jueves, 25 de junio de 2009

¿Cristo viene? ¡Miércoles! ¡y no me había dado cuenta!. ¿Qué vamos hacer? 7 PARTE


¿SERÁ QUE ENTENDEMOS?



Continuamos con el escrito anterior, sugiero leerlo de nuevo para enlazar con lo que desarrollaremos a continuación.


Es fundamentalmente importante buscar siempre, - como lo dice el Padre jesuita Leonardo Catellani ¨ la interpretación literal tiene sus limites. Cuando una interpretación ha sido abiertamente contraria por los sucesos es claro que hay que dejarla, así como cuando es imposible o absurda. Fuera de ese caso, hay que interpretar siempre en forma literal. ¨ - de tal manera que el sentido literal no significa el sentido literal crudo, tal cual es, que a menudo es imposible. Hay que recurrir al sentido literal simbólico, pues, el simbólico es algo concreto que representa un concepto moral o intelectual, como por ejemplo una calavera que es el sentido de la muerte.


Por otra parte la alegoría es una ficción en virtud de la cual una cosa concreta significa una cosa diferente como por ejemplo la ¨ barca ¨ de Lope de Vega que representa a la vida humana. Así las cosas debemos entender que el símbolo es una metáfora, en cambio la alegoría es una comparación.


La metáfora pertenece al sentido literal, en cambio la alegoría al sentido figurado. ¡Miércoles! espero que no este muy denso, pero es importante que entendamos esto para continuar.


Con base en lo anterior es evidente que hay visiones del Apocalipsis metafóricas que no pueden entenderse en un sentido literalísimo. Por ejemplo, las langostas que señalan las 5ª trompeta no pueden ser animales nuevos y monstruosos que responden crudamente a la imposible descripción del Apóstol.


Para terminar esta parte de los textos, debo decir que básicamente el régimen de interpretación del Apocalipsis se reduce a tres grandes corrientes.


1- La primera es la escuela esjatológica y que se remonta a los Padres de la Iglesia de los primeros 5 siglos y que es la interpretación tradicional.


2- La segunda es la llamada histórica que es aquella que quiere ver en el Apocalipsis una visión de toda la historia de la Iglesia.


3- La tercera sería la histórica – restringida que es aquella que ve en la profecía apocalíptica prácticamente todo ya resuelto y cumplido con el triunfo y la conversión de Constantino (siglo IV) y la destrucción del Imperio Romano, quedando claro que solo queda unos cuantos versículos del capitulo 20 que se refieren al fin del mundo y que se cumplirán repentinamente.


Todas las corrientes contienen un principio verdadero pero no exclusivo, siendo la corriente esjatológica la fundamental y realmente tradicional, pero que debe combinarse discretamente con la histórica y con la histórica –restringida.


Por lo tanto podemos decir que el Libro del Apocalipsis es una profecía esjatológica –histórica en cuanto a que se refiere a la Parusía o la Segunda Venida de Cristo.


Cristo debe volver y debe volver pronto y en la medida en que su retorno se aproxima por fuerza se van haciendo más evidentes las promesas de sus santos y las visiones de sus instrumentos. Es decir, no pretendo argumentar que sé más que los antiguos interpretes de los Evangelios, mucho menos que los enormes teólogos actuales, ni más faltaba que me abrogara seméjate distinción y más cuando carezco de los títulos y demás documentos que me acreditaría ser un encopetado sabio de la Biblia, no lo soy ni lo pretendo ser. Pero es una realidad que tenemos una posición histórica mucho más ventajosa que los estudiosos de la antigüedad. Así lo explica Bossuet: ¨ Es natural que los interpretes posteriores vean o sepan más que los antiguos, en cuyos hombros se apoyan; porque una profecía se va haciendo más clara a medida que se cumple o se aproxima a su cumplimiento. ¨


Ahora bien, es a partir que desde el sentido literal podemos acercarnos a la realidad histórica profetizada por el Apóstol Juan, y esta realidad corresponde a los hechos futuros para el Apóstol del Amor y que resulta ser hechos pasados para nosotros y siendo pasados ya podemos, con el apoyo de los hechos, debe ser posible cuadrar de manera lógica lo simbólico con la realidad histórica.


Detal manera que la alegoría del Apocalipsis y de sus contextos, cuando utiliza símbolos, que en este saco son figuras o imágenes que significan hechos o sucesos históricos (que pueden ser herejías, cismas, o tribulaciones en la Iglesia) o bien sea, conceptos de orden teológico o moral, sirve más bien para ocultar o velar transitoriamente el significado de ciertos mensajes, es decir que la alegoría no solo sirve para embellecer el texto sino que también sirve para esconder cierta verdades.


Por lo anteriormente expuesto debo agregar que toda interpretación de las verdades esjatológicas que están sumergidas en las Sagradas Escrituras a lo largo y nacho, desde el Génesis hasta el último libro dependen de modo primario del libro del Apocalipsis, cuyo mensaje ha desafiado toda interpretación hasta esta época, principalmente debido a la necesidad de interpretar circunstancias históricas con simbolismos, por eso los cristianos de toda índole lo califican como ininteligible, misterioso, complicado, enigmático, en fin no en vano San jerónimo lo calificaba como ¨ Enigma sacro ¨ y el Obispo Primasius (siglo VI) afirmaba que ¨ contiene tantos secretos como palabras ¨


Ahora bien, es claro ¿que los hechos históricos están ligados de alguna manera a lo escrito en el Apocalipsis? Hay muchos indicios que permiten entender que si y es más, se podría decir que estamos en un momento de la historia de la humanidad en que debemos estar alerta y velar por la inminencia de los acontecimiento que en un futuro nada lejano será decisivo para nuestra vida Espiritual, en especial para nuestra Iglesia Santa Católica y Apostólica.


¿Luego debemos pensar que seremos testigos de esos acontecimientos? Yo creo que esta generación será testigo de estos acontecimientos.


Bien, creo que los deje pensando. Medítenlo, y analícenlo, hagamos una retrospectiva de nuestra vida y la de nuestros padres y la de nuestros abuelos, y nos daremos cuenta que hay cambios, pero, ¿cambios para bien? o ¿para mal?, ese es el dilema, ¿Ustedes que creen? En lo personal, los seres humanos venimos en una grave decadencia moral y espiritual, que al final de esto nos autodestruirá si no corregimos nuestra vida volviendo al pensamiento fundamental.


Buenas noches, bueno ya es de mañana, y tengo un poco de sueño de tal manera que felices sueños.


Para mis hermanitos y los del ENS en especial el glorioso


C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja.




jueves, 18 de junio de 2009

¿Cristo viene? ¡Miércoles! ¡y no me había dado cuenta!. ¿Qué vamos hacer? PARTE 6


UNA MANERA DE ENTENDER



Como decía el Santo, cuyo nombre no me acuerdo, ¨ María es el camino más corto y más seguro para llegar a Dios ¨ Espero que alguien me acuerde de quien se trata.


El libro del Apocalipsis es muy particular y de alguna manera puedo llamarlo atípico, tanto por su forma como por su contenido, en cuanto a su forma, puedo decir, que sus mensajes son sin duda especiales y desconcertantes para quien lo lee y no dispone de su interpretación adecuada, pero lo más importante de entender es que se trata de una revelación hecha por Jesucristo, muerto y resucitado, triunfante y glorioso ¨ Yo soy el Alfa y el Omega, el Primero y el Último, estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos …… escribe pues, lo que has visto, lo que ya es y lo que va a suceder. ¨ (Apoc 1, 17-19).


Si uno asume con seriedad lo que el apóstol Juan nos está diciendo en el que se relata al Apóstol del Amor lo que ¨ ya es ¨ es decir, lo que ya es cosa del pasado, empieza a comprender, cuando Juan recibe el mensaje, o mejor dicho, la primera etapa de la historia de la Iglesia, Jesucristo le dice, ¨ lo que va suceder ¨ es decir, una historia que aun no tenía cumplimiento en la vida del Aposto Juan.


Ahora bien, El Libro del Apocalipsis cierra su mensaje con las palabras de ¨ Mira que vengo pronto ¨ (Apoc 22, 7) Maranatta, y es lógico que en todo momento sea el mismo Cristo quien revele su mensaje, porque el Apocalipsis revela precisamente cómo Jesucristo establecerá su reinado en la tierra, que es lo que la Iglesia llama la Parusía, superando a las fuerzas del mal, que es lo que se le denomina el misterio de la iniquidad del anticristo.


También el texto del Apocalipsis es muy singular resaltando de manera especial la importancia de este mensaje pues es el mismo Padre Eterno quien certifica la veracidad de las palabras contenidas en este libro, ¨ Entonces dijo el que está sentado en el trono……. Estas palabras son ciertas y verdaderas ¨ (Apoc 21, 5) y adicionalmente existe un texto significativo en el cual hay inmersa una advertencia a cuya violación merece una terrible sanción en la que no hay otra, en todos los Evangelios, dice así: ¨ Yo advierto a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro, si alguno añade algo sobre esto, Dios echará sobre él las plagas de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la ciudad santa que se describe en este libro ¨ (Apoc 22, 18-19) ¡Miércoles! ¿Será que nos arriesgamos? Se trata de una advertencia lo bastante fuerte como para pensarlo, ¿no creen? Y si Dios es la verdad, no creo que esté , tomando del pelo.


Pero esto nos indica de manera clara, lo importante que es la interpretación rigurosamente literal como punto de partida y base para encontrar el significado de lo alegórico y de lo simbólico.


Que se trata de un vaticinio de máxima atención e importancia, para la humanidad; es algo que no me queda duda alguna, puesto que el libro empieza con una Bienaventuranza diciendo, ¨ Bienaventurado el que lea escuche o guarde las palabras proféticas del libro ¨ (Apoc 1, 1) y termina en (Apoc 22, 7) de igual manera, lo que me hace pensar en que no se trata de un libro que habla de las cartas preventivas a los primeros cristianos sobre el peligro que corren en el imperio romano, sino que se trata de una profecía tan importante que es causa de Bienaventuranza el leerla, estudiarla, meditarla, entenderla, y poner en practica sus recomendaciones ya que de ello depende nuestra Alma, para una vida eterna.


Por otra parte, si en Apocalipsis 1, 1 se me dice que ¨ el que lea, escuche, y Guarde las palabras proféticas de este libro ¨ es porque dentro del plan de salvación de Dios el mensaje lógicamente estaba hecho para ser entendido, por lo tanto, no ha sido entendido del todo, - y créanme que se ha estudiado por muchos,- lo único que indica es que el libro estaba destinado para ser entendido a partir del siglo XX, pues a esta generación es que va dirigido, por lo tanto es a nosotros a quienes se nos convertiría en una realidad, en tanto que nos va a prevenir a cerca de la gran tribulación ¨ como no la hubo igual desde el principio del mundo ni la habrá ¨ según lo anuncia el Profeta Daniel, San Marcos, San Mateo, y San Lucas. ¡Casi Nadie!


De tal manera que debemos entender que los destinatarios del mensaje de este libro no son otros que las generaciones nacidas a partir del siglo XX quienes debe interpretar en los hechos históricos de los siglos XIX, XX, y lo que va corrido del siglo XXI, los signos de los tiempos, así que somos nosotros los que nos podemos perder si no somos prevenidos a tiempo y esto para quien quiera entender, que lo entienda.


Para los Padres de la Iglesia de los Primeros 5 siglos el Apocalipsis comprendía todo el tiempo de la iglesia, desde la Ascensión de Jesús a los cielos hasta el fin del mundo, y así lo indica San Agustín, quien dice, ¨ Todo el tiempo que el libro este abraza a saber, desde la primera venida de Cristo hasta el fin del siglo en que será su segunda venida ¨ Esto nos permite indicar un momento específico en el tiempo de los sucesos presentados por Juan, mejor dicho, el Apocalipsis refleja la historia sobrenatural de la humanidad a partir de Cristo, así como las acechanzas del maligno para evitar que se cumpla el Plan de salvación fijado por Dios.


Por lo anteriormente escrito debo decir que el Apocalipsis no es sino el desarrollo continuo de las dos ciudades de las que nos habla San Agustín, la ciudad de Dios, y la de los hombres, y cómo la historia se prepara de manera paulatina y simultanea para la aparición del anticristo y para que este sea derrotado por lo que esta escrito, ¨ por el soplo de la boca del Señor y por el resplandor de la Parusía de Cristo ¨, como nos enseña San Pablo. Así que el mal será ahogado por la sobre abundancia de EL Bien Divino no solo en la dimensión sobrenatural sino natural.


Ahora bien, según lo dispuesto por su Santidad el Papa Pío XII en su encíclica ¨ Divino Afflante Spíritu ¨ de noviembre 30 de 1943, nos recuerda que la interpretación literal debe prevalecer sobre el sentido alegórico y figurado, y a su vez éste se debe sujetar al sentido literal que siempre será primero.


De tal manera que siguiendo este criterio lo que interesa es tener un sentido global y unitario del mensaje reflejado en el Apocalipsis, para poder dar sentido a todas las visiones parciales, que integran el libro escrito por Juan, así que lo alegórico no puede tener otra interpretación que la que le impone la misma realidad, mejor dicho, los propios textos literales, cuya interpretación pueden ser:



1- Una explicación literal como cuando Jesús explicaba sus parábolas a sus apóstoles.

2-Cuando los profetas hacen lo propio, como por ejemplo, como cuando Daniel explica al Rey Nabucodonosor la visión de la estatua (Daniel 2, 31- 45)

3- O cuando el Ángel Gabriel le explica a Daniel el significado de la visión del carnero y macho cabrío, las cuales se refieren al anticristo (Daniel 8, 16-26).


Continuaré más adelante, pero ahora me tengo que ir para la oficina, ya saben, el trabajo me llama y tengo una cita con un nuevo cliente. Oren por mi, hermanitos, que yo oraré por Ustedes. Espero que estén respondidas algunas preguntas y algunos comentarios que me han hecho.



Para mis hermanitos y los del ENS en especial el glorioso



C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja.























viernes, 12 de junio de 2009

¿Cristo viene? ¡Miércoles! ¡y no me había dado cuenta!. ¿Qué vamos hacer? 5 PARTE

¡DEBEMOS DECIDIRNO!

Hace unos 30 a 40 años, dentro de lo que podemos llamar la década de los 70s, empezó a escucharse con más insistencia, anuncios sobre las supuestas apariciones marianas, pero, ¿en realidad se estaba apareciendo la Virgen María, la Madre de Dios? Y al parecer, esa era una seria y verdadera posibilidad. La Virgen María se estaba, apareciendo en diferentes lugares del mundo, cuyo contenido en los mensajes se centraba en dos puntos concretos, 1- Un llamado urgente a la conversión de vida, a que el hombre dejara el pecado y su actitud indiferente, retornara al camino que le condujera a la salvación eterna de su alma, mediante una vida de oración, sacrificio y penitencia, pues cada vez era más profundo su alejamiento e indiferencia hacia las cosas de Dios, evidenciando una preocupante y descarada decadencia en la fe, la esperanza y la caridad en el mundo entero; y 2- el anuncio de la inminente Segunda Venida de Cristo a la tierra ; Cuyo acontecimiento extraordinario que forma parte del dogma de la fe cristiana, y que se encuentra debidamente explicado en el Catecismo de nuestra Iglesia Católica como antes lo expusimos y por ende en los Evangelios, y que por desgracia casi nadie repara en su existencia y menos aun en su cercanía, siendo esto un grave error de los que pertenecemos a la Iglesia.


Estos mensajes se convirtieron en muchos medios, un eco repetitivo a nivel mundial, pues estas manifestaciones esparcieron prácticamente en los cinco continentes, no sólo como recordatorio grave del mensaje de Fátima – Aparición de la que hablaremos en próximos escritos, como unos de los dos signos por su trascendental aviso – sino también como un llamado de atención, actual y urgente, de vivir conforme a las enseñanzas de Jesucristo contenidas en los Evangelios.


Con las apariciones de la Santísima Madre de Dios Hijo, por todo el mundo, muchos hombres y mujeres se sintieron tocados en sus corazones por el llamado materno y las masas de individuos se volcaron al peregrinaje en distintos lugares de las apariciones, tanto en Europa, América, como en los demás continentes.


Es claro, que muchas de las apariciones se han catalogado como falsas y de hecho condenadas por la Iglesia, y con mucha razón, debido al interés económico de personas inescrupulosas que se quieren aprovechar de la buena voluntad y la necesidad de la Gente. Pero muchas otras manifestaciones y apariciones son reales, tanto así que han sido reconocidas por la misma Iglesia al punto de otorgarles liturgias propias, de esto hay varios ejemplo; como Guadalupe en México, Fátima en Portugal, Lourdes y la Sallet en Francia, o Chiquinquirá en Colombia, y en todas el mensaje tiene un común denominador, ¡Convertirse!, volver a la fe, dejar la vida del pecado, volver a la oración, al sacrificio y a la penitencia, en fin.


Los mensajes de Nuestra Señora la Santísima Virgen María ahí están; los milagros de conversión, curaciones inexplicables, manifestaciones místicas de todo tipo, hechos sobre naturales y abundantes gracias que revelan el Amor de Dios por toda la humanidad, también están expuestos para el estudio e investigación de quien quiera analizar, pues toda esta experiencia mariana en más de 180 años desde 1830 con la aparición en París que nos dejó la Medalla Milagrosa, ha sido un verdadero regalo y don de Dios para que el hombre no tuviera flacas excusas de no convertirse y no culpar a su ignorancia ante lo que va a venir en los próximos años en nuestro planeta, y créanme muy próximos, pues, para quien quiere de verdad comprender, todo ya ha sido revelado.

Así pues, hermanos míos, que para quien tiene fe, ningún mensaje es necesario, pero para quien no tiene fe, ninguna aparición o mensaje es suficiente. Los signos están dados y otros están por venir, y todos se encuentran dentro del desarrollo de nuestra historia para quien los quiera estudiar, sin embargo muy pronto una gran señal alertará y sobrecogerá a esta humanidad incrédula que pronto creerá, pero, ¿creerán? Buena pregunta que pronto será respondida.


Ahora bien, en las Sargas Escrituras está contenida toda la historia del plan de salvación y por ende marcado el camino que conduce a la vida eterna, y sabiendo Dios que se acerca la época más difícil para nuestra fe, Jesucristo profetizó todo lo que ahora estamos viviendo y nos dejó un libro que nos advierte misericordiosamente para que nos preparemos. Así mismo permite que su Santísima Madre, nos venga a advertir, que si no cambiamos de vida y corregimos el camino, tendremos mucho que sufrir antes de que su Hijo Glorioso venga a este mundo, como nos lo anunció.


Por lo anteriormente escrito, haré referencia a la Sagrada Escritura en paralelo con algunas apariciones Marianas, y con algunos hechos históricos, pero, ¿es conveniente empezar a escribir sobre el Apocalipsis y las apariciones Mariana? Y la respuesta a esto es SI, definitivamente sí, toda vez que se viene cumpliendo las señales o signos de los tiempos de manera clara que nos anuncian la Parusía o la Segunda Venida de Cristo, y sobre los cuales Él mismo nos invitó a estar atentos a discernir los signos, y a escudriñarlos. Por tanto el no saber del día ni la hora de este enorme y trascendental acontecimiento no significa que no podamos precisar su inminencia, sobre todo a la luz de los múltiples hechos históricos y acontecimientos en el orden político, económico, social, natural, moral, religioso y científico.


Estar buscando fechas concretas sobre la venida de Jesús resultaría una soberana tontería y por ende, pérdida de tiempo, pero no podemos ignorar los sucesos que van a acompañar y preparar los hechos específicamente esjatológicos, pues, Jesucristo no dijo ¨ Bienaventurados los despreocupados de las señales de los tiempos porque no andarán perdiendo el tiempo, ¨ sino muy al contrario nos exhortó a estar atentos y vigilantes porque ignoramos exactamente cuándo sería el momento, razón por la cual tenemos que estar como las jóvenes sensatas con nuestras lámparas encendidas como lo dijimos anteriormente.


De tal manera que la pregunta no es cuando es el día en que llega el Señor, sino más bien ¿Cuáles son las señales indicadoras de que el tiempo está cerca, a las puertas? Y es innegable que el siglo XIX, el siglo XX y lo que va corrido del siglo XXI se ha caracterizado por un sin número de signos y señales que vienen perfectamente a responder a lo que el mismo Jesucristo nos indicó como las señales precursoras de su pronta Venida, y que expondré en estos escritos, analizando los documentos de algunos investigadores.


Así pues, apelo al sentido común de quien me quiera leer y a asumir un mínimo de postura lógica ante los diversos acontecimientos que están ocurriendo y a los que no se les puede ignorar y menos despreciar.


De tal manera que se aceptan preguntas, sugerencias y críticas, eso sí ¨ constructivas ¨.


Para todos mis hermanitos y los del ENS en especial el glorioso


C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja.


¡Miércoles! Perdonen me extendí un poco, pero les prometo que en el próximo entraré en materia.







































jueves, 4 de junio de 2009

¿Cristo viene? ¡Miércoles! ¡Y no me había dado cuenta! ¿Qué vamos hacer? 4 PARTE





Bueno, analizando lo que hemos escrito anteriormente debo entender que podemos estudiar en los Evangelios, una serie de acontecimientos que en la actualidad se están desarrollando, encontrándome con la sorpresa que de alguna manera están descritos en la Biblia.


De esto supongo, que la afirmación de un segundo advenimiento de nuestro Señor Jesucristo Glorificado es un hecho real y palpable, y también que Él mismo nos determinó la época de su llegada, al igual que los signos que rodearían el acontecimiento final en el cual el mal sería vencido por Nuestro Señor Jesucristo, ¨ pero de la hora y la fecha nadie lo sabe ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre, ¨ como Él mismo nos lo dice.


Uno de los textos de los Evangelios que siempre me ha llamado la atención por su claridad, es el de las Vírgenes Necias y las Vírgenes Sensatas, en San Mateo 25, 1. Este escrito se encuentra lleno de simbolismos muy dicientes en los que nos debemos fijar para estar preparados, pero, ¿Cuáles son estos símbolos? , veamos la cita. Nos dice; ¨ Sucede con el reino de los cielos lo que con aquellas diez jóvenes que salieron con sus lámparas al encuentro del esposo. 5 de ellas eran necias y 5 prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite, mientras que las prudentes llevaron provisión de aceite, junto con las lámparas. Como el esposo tardaba, les entró sueño y se durmieron. A media noche se oyó un grito: ¡Ya llega el esposo, salgan a su encuentro! Todas las jóvenes se prepararon y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes, ¡préstanos de tu aceite, que nuestras lámparas se apagan! Las prudentes respondieron, - Como, no tendremos suficiente para nosotras y para ustedes, es mejor que vayan a los vendedores y lo compren. - Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo. Las que estaban preparadas entraron con él a la boda y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras jóvenes diciendo: Señor, Señor, ábrenos. Pero Él respondió. – Les aseguro que no las conozco. – Por eso estén preparados, porque no saben ni el día ni la hora. ¨


Es claro que Cristo viene, y durante el periodo de espera debemos estar atentos pues Él nos recomienda a lo largo de sus Evangelios que mantengamos la Fe y la Esperanza y que no temamos. Pero, ¿en que condiciones debemos esperarlo? Bien, analicemos el texto anterior: nos habla de 10 jóvenes mujeres; que simbolizan la Iglesia, la cual esta prometida en matrimonio con su amado esposo Jesucristo. De esta Iglesia hay 5 jóvenes sensatas, es decir, unas jóvenes preparadas como lo predican los Evangelios y la Iglesia, ¿Preparadas en que sentido? Bien, pues preparadas en oraciones y dedicación en sus responsabilidades como miembros de la Iglesia, de tal manera que las lámparas simbolizan esa preparación, que con sus oraciones y dedicación, haciendo la voluntad de Dios fortalecen su espíritu, alma y cuerpo, para afrontar las tribulaciones sin desfallecer; esto dentro del texto que hace referencia al aceite, que es el que mantiene encendida la flama que les alumbra el caminar, es decir, Cristo es esa luz, esa flama que se mantiene encendida en las Jóvenes Sensatas o en los feligreses de la iglesia por sus oraciones, para guiarnos en el peregrinar, y la fidelidad por Dios a Dios en el gozo de su amor. Por eso nos dice que las prudentes llevaron provisión de aceite, fueron constantes en docilidad a la voluntad de Dios.


Por otra parte las jóvenes necias que estando en el seno de la Iglesia salieron a comprar aceite en otras tiendas. El ir a comprar aceite en otras tiendas, se me asemeja a cuando los Católicos salen de su iglesia y se deja embelezar con la música de los protestantes y con las palabras bonitas pero engañosas del ¡Pare de Sufrir! se dejan arrastrar por las sectas de todo tipo; esto asociado con la pereza espiritual, no les permite mantener un aceite de buena calidad en sus lámparas, o las oraciones constantes, dejando nuestra alma en un desinterés peligroso, ya que la flama o la luz no es suficiente, o sencillamente, no hay flama y por ende no hay Luz.
Esta tibieza hace que la flama no sea permanente y no pueda alumbrar el caminar, así que Cristo, al serrar las puertas no solo no les abrió sino que les dijo que no les conocía, y esto es lógico pues ¿como podemos conocer a alguien si no interactuamos con él?

Ahora bien, ¿porque las jóvenes sensatas son las que entran a las bodas con el Esposo? Pues, al mantener encendidas sus lámparas se convirtieron en testigos del Resucitado, y esto es fundamental; me hace recordar a San Pablo cuando dice, ¨ Es que ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí. ¨ esa es la Iglesia del final de los tiempos, es la esposa del Cordero de Dios que entrará en los cielos, adornada como una novia, con su vestido de pureza, para encontrarse con su amado esposo.

¿Pero podemos determinar las señales que nos habla la Biblia del segundo advenimiento? Y la respuesta a esta pregunta es si, si las podemos determinar, obviamente analizándolas con el transcurrir de los hechos históricos, pero antes de escribir al respecto debo afirmar que el final de los tiempos se inició con la Ascensión de Jesús a los cielos como así lo cita el Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 673.


Detal manera que nos encontramos en el final de los tiempos, pero, ¿en que parte del final de los tiempos? Buena pregunta, veamos.

Para entrar en esta parte del tema debemos analizar la cita Bíblica del (Apocalipsis 1, 17-20) ¨ ¡No temas! Soy el Primero y el Último, el que vive; estuve muerto pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del hades. Escribe, pues, lo que has visto, lo que ya es y lo que va a suceder. ¨ Y el apóstol del amor, se dispuso a escuchar lo que el Señor le decía en visiones.
¨ Lo que va a suceder ¨ Hay dos signos importantes y los dos ya sucedieron, que a mi pensar están estrechamente ligados a los evangelios, es decir, estos dos signos son dos hechos históricos reales y comprobables, que marcaron el principio de la recta final del final de los tiempos. Estamos hablando de un periodo de tiempo en que las fuerzas del mal brindan la batalla final contra la mujer, la esposa del cordero, la Iglesia Católica Apostólica, la única iglesia fundada por Cristo, pero no debemos temer, porque la Reina de los Cielos yace con nosotros al frente de nuestra Iglesia.

En el próximo escrito entraremos en el tema de los hechos históricos. Por lo pronto ya llegó Ana María y me tengo que ir para una Misa, orare por Ustedes, oren Ustedes por nosotros, Gracias.


Para mis hermanitos y los del ENS en especial el glorioso
C. E. R.

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja.