jueves, 25 de marzo de 2010

LA FAMILIA UN PEDACITO DE CIELO -8 PARTE.


LA ETAPA DEL NOVIAZGO.



Podemos decir que las 7 partes anteriores describimos, la estrecha relación de la familia como obra de Dios, también la semejanza entre la familia humana y la Familia Trinitaria, no solo como obra del creador sino como coparticipes de la creación humana.

Pero, es claro que el primer paso de la relación marital es la siempre deliciosa etapa del noviazgo, en la que la pareja se explora una a otra dando a conocerse, podemos decir que se trata de un intermedio en la vida de una persona, entre la condición libre de la soltería y la vinculación de la persona casada.

Es una etapa de suma importancia para la pareja ya que su intención no se cierra en si mismo, sino en el matrimonio, por lo que no podemos decir que se trata de una meta sino de un sendero, un caminar que responde a la necesidad de llegar bien preparado para dar inicio a la vida definitiva del matrimonio.

Por medio del noviazgo, un hombre y una mujer que se gustan y por cuestiones, químicas, físicas, y demás situaciones sienten un interés de conocerse mejor. Por medio de este conocerse mejor puede surgir la relación de amor y la comprobación de que se quieren de verdad; como dicen, ¨ son el uno para el otro ¨ (Dios los oiga) y que por ende están dispuestos a unir sus vidas para el resto de sus días.

Este estado del noviazgo, es una situación en la cual la pareja establece un compromiso de amor el cual pude ser rescindible, y por lo tanto no tiene carácter de definitivo e indisoluble, de tal manera que mantiene una puerta abierta para rectificar si se comprueba que la elección, por más química que se tenga, no es la acertada.

Es claro que esta relación exige, desde luego, las virtudes propias de toda relación sería entre personas maduras, en donde la carta más importante es el constante respeto que requiere toda relación humana, y claridad en sus actos, los cuales siempre deben ser honestos, así como la pulcritud que debe mantenerse en la intimidad el uno al otro permitiéndose guardar la castidad hasta el momento del Matrimonio.

Por lo anterior esta etapa requiere de un esfuerzo, por elevar, progresivamente, la calidad del amor, pasando del querer todavía inmaduro, sentimental, inestable, posesivo, irresponsable, del comienzo del enamoramiento, a un amor más maduro, en el que abre paso la disposición de entrega generosa, de donación de sí mismo, que suele caracterizar la vida matrimonial.

Dentro de este proceso los novios deben tener una continua atención de conocerse por dentro, no a nivel de piel, esto es lo menos, a conocerse en lo más profundo de la personalidad, los gustos, ideas, los objetivos de la vida, los valores y principios, sus familiares, la estabilidad de sus familias, las costumbres, los hábitos, los gustos, y esto con el fin de comprobar si de verdad se trata de dos personas compatibles.

Esta etapa es un tiempo de trato mutuo y continuo que tiene una finalidad concreta; profundizar en el conocimiento de la otra persona con la cual se podría llegar a compartir toda la vida.

Cada ser humano es un ser complejo y completo que debe desprenderse de lo suyo hasta ser llevado a una realidad distinta en la integración con el otro, y esto hermanos míos, no es nada fácil. Si lo dado y lo recibido no encajan lo más perfectamente posible, las consecuencias serán desastrosas convirtiéndose en un futuro la relación marital, en un verdadero infierno, llevando el matrimonio al fracaso y una desilusión muy dolorosa.

Los novios deben tener una sinceridad abierta; moverse siempre en una atmósfera de mutua comprensión; saber vivir un cariño puro que dignifique las relaciones; y el afán humilde y decidido de recibir la formación necesaria para emprender esa tarea que requiere condiciones especiales.

Por el amor naciente que se profesan los novios deben ejercitar unas virtudes que de practicarlas, harán del noviazgo una introducción perfecta a la alianza, capaz de brindar felicidad y de abrir grandes horizontes a quienes se preparan para una vida marital.

La preparación a la vida conyugal y familiar, es de suma importancia y constituye un momento providencial y privilegiado, un tiempo en el que Dios interpela a los novios y les lleva al discernimiento sobre la vocación matrimonial y la vida en la que ésta introduce a la pareja.

Es importante revaluar la preparación de los cursos matrimoniales, pues el compromiso debe ser acorde a la preparación de la pareja. En la actualidad los cursos son demasiado pobres y no permiten a los novios meditar de manera clara y objetiva sobre el importante compromiso que se está asumiendo.

Bueno, ya es tarde, Buenas noches.

Para mis hermanitos y los del ENS en especial el glorioso

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja



viernes, 19 de marzo de 2010

LA FAMILIA UN PEDACITO DE CIELO - 7 PARTE


DIOS PADRE, DIOS HIJO, DIOS ESPÍRITU SANTO.
Padre, Madre, e Hijos.



Para continuar este texto, sugiero leer el anterior. Bien, continuemos.

Es claro que el corazón de la Iglesia Católica son los Sacramentos, y es el corazón porque de ellos depende la vida espiritual del hombre. Sin Sacramentos es imposible la vida de la gracia, y como es lógico sin la vida de la gracia santificante nosotros como hombres morimos irremediablemente.

Entendiendo lo anterior, el Sacramento del Matrimonio, hoy en día está en peligro, y digo hoy más que nunca, por que los ataques constantes tienden a generar no solo las uniones de hecho sino que, causan graves lesiones en el interior de las familias. Más adelante hablaremos de esto.

Ahora bien. La familia bien constituida está llamada a la santidad. Su acción es providente y beneficiosa: ha nacido del amor y tiene como fin el amor, la ayuda mutua, el camino a la santidad y la propagación de la especie humana.

Pero si esto es así, ¿Cómo algo tan sublime, como es la unión del hombre y la mujer en santo matrimonio, puede llegar a tal deterioro y envilecimiento? Los culpables de esta situación no solo han profanado el Sacramento con sus torpezas, sino que se han profanado a sí mismo.

El profeta Isaías dice: ¨ El hombre se ha olvidado del Señor, su Dios. Sus pensamientos son pensamientos de iniquidad: a su paso dejan dolor y amargura, estrago y ruina. No conocen el camino de la paz, no hay en sus sendas justas; sus veredas son tortuosas; quien por ellas camina se extravía y, aunque trata de encumbrarse, caería en la fosa. ¨

Ahora bien. Todos sabemos que la creación es una; una obra hecha por Dios creador, porque el mundo invisible transparenta la hermosura de aquel que lo creó. Y derramó con largueza todo su amor creador en todas las cosas, de tal manera que lo creado en la tierra, es reflejo de alguna manera de lo creado en el Cielo, pero debemos pensar que es diferente. Y si el mundo visible transparenta la belleza y hermosura del mundo invisible. ¿Por qué la familia humana no es un reflejo de la Familia Trinitaria? ¿Acaso Aquel que nos creo no dijo ¨ He aquí al hombre, hecho como uno de nosotros¨ Y de quien habla El Todopoderoso, al resaltar el parecido o la semejanza del hombre? Bien, es claro que hablaba de la tres Divinas Personas; por eso dijo, ¨ El hombre hecho como uno de Nosotros ¨ creado por Dios a su imagen y semejanza.

En la Familia Trinitaria hay un solo Dios y tres Personas distinta, de la misma naturaleza e iguales en poder, honor, dignidad y gloria.

Hablando de manera analógica y obviamente salvando las enormes diferencias esenciales entre uno y otro caso, podemos decir que la familia humana es también una, porque uno es el núcleo familiar compuesto por el padre, la madre y los hijos y las personas que componen la familia humana son distintas, el padre no es la madre, la madre no son los hijos ni los hijos son el padre.

Pero, todos son iguales en dignidad y nobleza. Asimismo, cada uno de ellos ha recibido de Dios su propio don de tal manera que tiene funciones diferentes, pero estas funciones tienen un mismo objetivo; el bien común de la familia, como lo dijimos en escritos anteriores.

Es importante y urgente que la familia mire como ejemplo la Familia Trinitaria. Es urgente que mantengamos la constante contemplación y oración a la Santísima Trinidad, es urgente ahora más que nunca la oración constante en la familia; sea esta la regla de vida, es urgente que reflexionemos en esto, porque aquel tiempo del que nos hablaron está encima.

Para mis hermanitos A E y los del ENS en especial el glorioso

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja

jueves, 11 de marzo de 2010

LA FAMILIA UN PEDACITO DE CIELO - 6 PARTE


LA FAMILIA, UN MISMO FIN.

Yo pienso en Dios y lo dicho por Jesús en los Evangelios ¨ sean perfectos como lo es mi padre ¨ ¿Que le vamos hacer? Si los atributos de Dios, para el hombre son inimitables. Pero el Amor y respeto del Padre, la bondad y misericordia del Hijo y la disponibilidad en el servicio que en beneficio de los hombres tiene el Espíritu Santo deben servir de enseñanza y ejemplo para el ser humano y modelo de trabajo armónico para la familia humana.

Pero esta Paz que genera la armonía del trabajo conjunto no es posible si entre los esposos, no hay respeto ni existe esa reverencia propia de quienes conviven en santidad bajo la mirada amorosa de Dios.

Para que en las familias exista un equilibrio armónico y por ende no existan las divisiones y las contiendas, enraizadas en los egoísmos, los dos cónyuges deben trabajar unidos con una misma meta en un mismo proyecto, y este es LA FAMILIA, ese es el tema, LA FAMILIA como un mismo fin, la salvación del alma y la gloria de Dios.

Siendo la familia reflejo del amor de Dios y de la bondad de Dios, no debería existir entre los miembros que la conforman ni el orgullo, ni la soberbia, pues de manera automática estos pecados capitales generan de inmediato, división y enemistad.

En la gran mayoría de los hogares nos podemos dar cuenta que estos sentimientos abundan, en especial el mío, de esto que la lucha por erradicar este terrible enemigo sea constante y sin tregua; un ejemplo para luchar contra estos vicios familiares, es cuando yo le entrego a mi esposa cuanto devengo en mi trabajo y ella se encarga de la administración del hogar, la verdad, este ejercicio nos ha unido más, una sola familia, una sola carne, un solo bolsillo, una sola chequera y dos firmas, JAJAJA no,(perdón) mejor una sola firma, la firma de la confianza.

Ciertamente las escrituras se cumplen cuando nos advierten que los enemigos del hombre se encuentran en nuestra casa.

Pero, ¿por qué, allí donde debería haber paz, hay contienda? Bien, porque en la realidad el ser humano, es decir, nosotros hemos perdido la verdadera razón de la familia humana, hemos perdido el sentido de las enseñanzas de Cristo, hemos sacado a Nuestro Señor de nuestros hogares y como caballero que es, Él se retira, y lo peor, lo dejamos retirar, e incumplimos nuestra verdadera misión como Cristianos que no es otro que proyectar sobre el mundo, la bondad y el amor del Padre, la Misericordia, generosidad y servicio del Hijo, y la ayuda fiel, compasiva y siempre fructífera del Espíritu Santo, Dador de vida y Santificador de almas.

¿Cómo podemos hacer para que reine la paz, si como esposos hemos perdido la fe y solemos vivir sin esperanza? Como humanos hemos corrompido y tergiversado el concepto de amar, no sabemos o mejor dicho no queremos comprender que es el verdadero amor y lo acomodamos a nuestro interés engañándonos a nosotros mismos pensando que se trata de un despliegue de lujurioso encuentro de simple atracción sexual y estamos completamente equivocados; pensamos que el amor soporta las desviaciones naturales y le llamamos amor a los encuentros carnales de los hombres con hombres y mujeres con mujeres. El hombre que no es fiel a Dios, no es fiel a la mujer y no es fiel a su propia conciencia, y terminará, consumiéndose en su propia maldad.

La familia Cristiana teniendo como modelo a la Familia de Nazaret, debería ser una casa de oración y una iglesia domestica, donde todos los miembros permanecieran unidos por amor y enriquecidos por la oración.

Desde el principio las familias cristianas en la antigua Iglesia, que abrazaban la fe en Jesucristo, aceptaban la doctrina y se reunían en las casas para la oración y compartir el Pan, y como dicen en los Evangelios, Vivian felices y todo lo tenían en común.

Pero muchas familias en la actualidad nos encontramos con una comunicación rota y unos herimos a los otros sin compasión con nuestras sucias impurezas y engaños cayendo en adulterios y desordenes; y como si esto fuera poco caemos en el error sobre el conocimiento de Dios para justificar nuestras iniquidades, apartándonos del bien, para llamarla paz, dicha y felicidad y con nuestro mezquino comportamiento hemos envilecido y ultrajado el gran sacramento del Matrimonio, sin tener en cuenta que, todo en este mundo se paga.

Ahora bien. Este tormento de infidelidad que llevan a los matrimonios al rompimiento y a las familias a la destrucción, recae como bestia enfurecida sobre los más inocentes de las torpezas de los padres; los hijos, pues está escrito; ¨ Los padres comieron agraces y los hijos sufren de dentera. ¨

¿Cuánto tenemos que pensar en esta época tan tortuosa? ¿Cuánto debemos de luchar para no separarnos de nuestro Dios? ¿Cuánto debemos estar atentos a quienes quieren que nuestras familias sean destruidas? ¿Cuánto?, ¿nos hemos preguntado? Preguntémonos, ya es hora de hacerlo.

Buenas noches.

Para mis hermanitos los AE y los del ENS en especial el glorioso

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja


jueves, 4 de marzo de 2010

LA FAMILIA UN PEDACITO DE CIELO - 5 PARTE


LA FAMILIA CRISTIANA, PRESENCIA DE DIOS.



Si observamos lo que somos como familia humana sin lugar a dudas a Quien es todo Amor se le estremece el corazón porque ve que en muchos hogares falta el verdadero amor.

Los esposos no nos amamos como se debe, porque el amor que no es servicial, generoso y desinteresado dista mucho de ser un amor perfecto y fácilmente se convierte en un amor pobre, mezquino y egoísta, incapaz del sacrificio y de la renuncia.

La familia humana debe ver a la Santa Familia Trinitaria del Dios Uno y Trino. Son tres distintas personas pero unidas muy estrechamente, por un amor sellador que los convierte en indivisibles.

Así debe ser la familia humana; que el hombre respete y ame tanto, tanto a la mujer y la mujer al hombre, que se selle en el amor para que se hagan indivisible, un solo cuerpo una sola carne; porque aunque somos distintos, esto no debe ser para el tropiezo sino para el complemento.

Es claro que yo no soy Ana María y Ana María, no es Santiago, pero cada uno de nosotros dentro de nuestras diferencias debemos realizar funciones distintas pero complementarias, porque estamos unidos por un mismo sentimiento, como si tuviéramos un solo corazón, una sola alma, no buscando el interés propio, al contrario, debemos esforzarnos para que prevalezca por encima de todo el bien común y la gloria de Dios.

Pero solemos disculpar nuestra negligencia con el slogan acostumbrado de, ¨ somos humanos, ¨ sin embargo no podemos excusarnos en esta premisa que marca la tibieza y mediocridad de nuestra condición sin que nos esforcemos para conseguirlo, es decir, estamos obligados como familia Cristiana Católica, a dar la pelea, en busca de la Santidad familiar.

La disponibilidad y generosa entrega que debe existir entre los miembros de la familia y que se aman tiene un nombre que el Hijo de Dios hizo suyo, lo enseñó, y lo sigue enseñando, para que los hombres no lo olvidemos: servicio. El amor en esencia, es servicial; por eso, Aquel que nos amó hasta el extremo no vino a ser servido, sino a servir.

(Les ruego que si cometo una torpeza me lo hagan saber de inmediato, pero de alguna manera debo escribir lo siguiente con base en lo que estoy estudiando) De tal manera que si el amor es un constante servir, La Familia Trinitaria se debe complacer en el servicio, es decir, que ninguna de las tres Divinas Personas, buscan su propia gloria sino que El Hijo busca la gloria del Padre y el Padre glorifica al Hijo y en El, manifiesta su amor, su poder y su gloria.

Para mi es muy difícil de asimilar esto, y si bien me parece lógico, soy tan terriblemente limitado que en ocasiones, caigo en un sentido politeísta, pero nada más alejado que esto, pues las Tres Divinas Personas, trabajan siempre con pleno conocimiento la una de las otras y su vínculo es intimísimo que los hace indivisibles.

Pero esto es muy difícil de asimilar para mi limitada condición humana, lo mismo que es difícil de asimilar el concepto de la palabra ¨ servicio ¨ y solo cuando la entendamos y la disfrutemos poniendo en práctica, es cuando entenderemos el AMOR TRINITARIO DE DIOS.

Entre nosotros, los seres humanos, la palabra de servicio y su concepto no tiene ningún prestigio pues, lo tomamos como algo humillante y peyorativo, sin embargo en la realidad de la existencia, servir es amar, y por ende todo se hace por amor, por lo tanto podemos decir que todo, cuanto está creado es producto del servir, del más profundo amor, como un acto del más purísimo amor de Dios hacia todas sus criaturas las cuales seguimos existiendo porque el amor de Dios nos mantiene vivos.

No es exagerado decir que Dios ama a todo y a todos incluyendo a los que se encuentran en los más profundos infiernos, porque este amor no tiene límites, es más, lo exagerado sería ponerle límites, porque sería ponerle límites a Dios.

Dios es Amor, y la exigencia del amor no es otro que el amar, buscando en todo y en todos el bien de quienes se ama, sin escatimar sacrificios, sin detenerse a considerar si el hombre es merecedor o no de este amor, pero, ¿Cómo podemos comprender esto? La verdad es que no lo podemos comprender sino cuando lo ponemos en práctica, se trata de la locura irracional para los que no amamos, pero racional y muy coherente para quienes no pueden ya evitar de hacerlo.

Bien, espero dejarlos, pensando en esto. Los quiero mucho hermanitos.

¡Miércoles! Escribiendo sobre este tema, siento que mi corazón va a estallar.




Para mis hermanitos A. E. y los del ENS en especial el glorioso

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja