miércoles, 10 de agosto de 2011

DESCONECTESE, SE SORPRENDERÁ


LA DESCONEXION

En una de mis lecturas de los apacibles domingos, descubrí un texto que me invitaba a desarrollar un plan en familia, es más, el plan me alentaba a adelantarlo involucrando a los amigos adolecentes de mi hijo.

Estoy seguro que sería un plan interesante, digno de estudio, sobre todo para ver los resultados en las diferentes conductas de los chicos y sobre todo la mía.

¿De qué se trata? Una mujer llamada Susan Maushart vivió un sueño en el que tanto yo he pensado. Se trata de desconectar a nuestros hijos. Ustedes se preguntaran ¿desconectar? ¿Es como tener un control remoto parecido al del televisor? Y la respuesta es no, no se trata de apagarlos, se trata de desconectarlos.

Durante seis meses esta madre con iniciativa le quitó a los chicos de su casa, el Internet, la televisión, los iPods, los celulares y los juegos de videos, es decir, todo un ataque de catalepsia tecnológica, ¡Dios! Como lo hizo.

El amenazante brillo de los aparatos electrónicos suspendieron su efecto en los adolescentes y el tenebroso ruido, pitos, y rinrin, de cada minuto dejó entrar la tranquilidad a la casa. ¡Que Paz!

Pero el resultado fue un reencuentro en la vida real y con quienes realmente se comparte esa vida real, es decir, se inicia un proceso de reencuentro con nosotros mismos y de reencontrar con quienes compartimos y no conocemos.

Como Maushart explica en un libro publicado en Estados Unidos y llamado "The Winter of Our Disconnect" (El invierno de nuestra desconexión), ella y sus hijos redescubrieron placeres simples, como juegos de tablero, libros, viejas fotos, cenas familiares y escuchar música juntos, en lugar de cada uno conectado a su propio iPod.

Su hijo Bill, un chico adicto a los juegos de video, llenó su tiempo libre tocando saxofón, es más cuando terminó el experimento vendió la consola de juegos para adquirir más herramientas que le permitieran continuar con lo que ahora le gustaba más, de tal manera que hoy en día estudia música.

La hija mayor, Anni, estaba menos conectada y leía más que sus hermanos de así que su transición fue más fácil. Los amigos de esta chica pensaron que la iniciativa era ¨cool¨ cunado necesitaba el computador para hacer sus tareas escolares, iba a la biblioteca. Incluso ahora casi no se conecta a Facebook.

Para la chica menor le fue más difícil, de tal manera que se mudó con su padre. Me imagino que pensará que su madre estaba loca y no la culpo pero esto la hizo reflexionar.

El impacto del experimento tuvo su resultado de todas formas: Las calificaciones escolares de los chicos mejoraron drásticamente, Maushart escribe que sus hijos despertaron lentamente del estado de cognitus interruptus que había caracterizado muchas de sus horas de vigilia, y se volvieron mejores pensadores.

Lo grave del asunto es que esta decisión la toma, porque como padre se da cuenta que los chicos no utilizan las cosas para su provecho, sino que viven dentro de los artefactos que los absorben hasta fundirse en sus vidas.

¨ No se acordaban de la época antes del correo electrónico, o los mensajes instantáneos o Google ¨escribió.

Al igual que muchos jóvenes, no podían hacer sus tareas escolares sin escuchar música, actualizar su página en las redes sociales, intercambiar mensajes, convirtiéndose en simples accesorios del aparato que cargamos.

Ya no sabemos si los aparatos nos pertenecen o pertenecemos a los aparatos.

Lo más complicado es que esto me hace pensar que es como si los celulares, con mecanismos para entrar a internet, los juegos de video, las películas en casa, los computadores, los medios de comunicación, estuvieran diseñados para alejarnos de una realidad que empezamos a desconocer, y consideramos que nuestra realidad es la que nos ofrece la virtualidad.

Ya ni siquiera hablamos con nuestra familia cuando llegamos a casa y lo que hacemos es sumergirnos en el ordenador de la casa o en la siempre mal compañera de la televisión, es más, muchas veces trabajamos en casa, y nos conectamos a través de la Internet, cuando la parte más interesante de los negocios es la comunicación persona persona ¿qué pasa?

¿Será que nos estamos deshumanizando? ¿Será que nos convertirnos en simples objetos, o seres que no piensan? ¿Usted que cree?

Haga el experimento, lo reto, durante un fin de semana, comenzando un viernes por la tarde cuando salga del trabajo, hasta el lunes en la mañana, apague el televisor, apague el radio, incluyendo el del auto, apague el celular y el computador, y que su familia lo acompañe en ese plan, le aseguro que los resultados serán sorprendentes.

Yo ya lo hice y me sorprendió, hágalo, no se arrepentirá, y cuando lo haga me escribe y me cuenta, pero hágalo.



Para mis hermanitos los A.E y los del ENS en especial el glorioso y los pequeñitos de los Martes

C. E. R

Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja